La creadora de Tilly Norwood, una actriz generada con inteligencia artificial que se volvió viral este fin de semana, salió a defender su proyecto tras las duras críticas de la comunidad artística en Hollywood y aseguró que se trata de “una obra de arte”.
Eline Van der Velden, directora de la productora británica Particle6, presentó a Tilly como una “actriz en ciernes” a través de Instagram y reveló en un panel en Suiza que ya existe interés por parte de varias agencias de representación.
“Cuando lanzamos a Tilly, la gente preguntaba ‘¿Qué es eso?’, y ahora vamos a anunciar cuál agencia la va a representar en los próximos meses”, declaró a Deadline.
La productora defiende que el uso de IA podría reducir significativamente los costos de producción en la industria del entretenimiento. Además, Van der Velden aseguró que sus ambiciones son altas:
“Queremos que Tilly sea la próxima Scarlett Johansson o Natalie Portman, es nuestro objetivo”, dijo previamente a Broadcast International, citado por DW.
El anuncio no tardó en generar rechazo entre actrices y actores, quienes ven en estas creaciones una amenaza a sus oportunidades laborales.
La mexicana Melissa Barrera (Scream) llamó a boicotear a cualquier agente que decida representar a Norwood:
“Espero que todos los actores representados por el agente que haga esto lo manden al carajo. Qué asco, capten el ambiente”, escribió.
Por su parte, Mara Wilson (Matilda, 1996) cuestionó la ética del proyecto:
“¿Qué hay de las cientos de mujeres de cuyos rostros tomaron material para crearla? ¿No podían contratar a ninguna de ellas?”, señaló en redes sociales.
Ante la ola de críticas, Van der Velden reiteró que su proyecto no busca desplazar a los actores reales:
“Tilly no es un reemplazo para un ser humano, sino un trabajo creativo, una pieza de arte. Como muchas formas de arte anteriores, desata conversación, y eso por sí solo muestra el poder de la creatividad”, aseguró en Instagram.
La controversia revive un debate sensible en Hollywood, donde el uso de inteligencia artificial fue uno de los puntos centrales en las huelgas de guionistas y actores de 2023.