El mundo del wrestling está de luto. Hulk Hogan, uno de los íconos más grandes en la historia de la lucha libre profesional, falleció este jueves a los 71 años, según informó el portal TMZ.

Terry Gene Bollea, mejor conocido como Hulk Hogan, murió a causa de un paro cardiaco en su residencia en Clearwater, Florida. De acuerdo con el reporte, unidades de emergencia acudieron al domicilio y el exluchador fue trasladado en camilla hacia una ambulancia, aunque no logró sobrevivir.

Hogan enfrentaba problemas de salud derivados de una cirugía de espalda reciente. Aunque su esposa Sky había desmentido hace semanas que estuviera en estado crítico, finalmente este 24 de julio se confirmó su deceso.

El origen de una leyenda

Hulk Hogan fue la primera gran superestrella de la WWE (entonces WWF), alcanzando el estrellato en los años 80 y llevando el wrestling a niveles de popularidad nunca antes vistos. Su carisma, su presencia imponente y su inolvidable lema "Hulkamania" lo convirtieron en un fenómeno cultural.

Participó en películas como Rocky III, y su fama trascendió fronteras, llevándolo a luchar en Japón, México y por todo Estados Unidos. Fue pieza clave en la consolidación de WrestleMania y protagonizó combates históricos como su enfrentamiento contra André El Gigante.

Un legado inmortal

A lo largo de su carrera, Hogan trabajó de la mano con Vince McMahon en WWE, pero también fue figura clave en la WCW durante la famosa “guerra de los lunes por la noche”, donde lideró el grupo nWo y ayudó a revolucionar la industria.

Incluso en sus años finales, Hulk Hogan mantuvo un vínculo con los fans y con la WWE, dejando un legado que marcará para siempre la historia de la lucha libre profesional.

Descanse en paz, Hulk Hogan (1953–2025).
Su fuerza, su voz y su espíritu seguirán vivos en cada ring del mundo