La reciente imposición de un arancel del 17.5 por ciento al jitomate mexicano exportado a Estados Unidos impactará de forma directa a los productores de Hidalgo y a toda la cadena agroindustrial, advirtió el Consejo Coordinador Empresarial del estado (CCEH).
De acuerdo con el organismo, esta medida —derivada del rompimiento del Acuerdo de Suspensión del Tomate que estaba vigente desde 1996— reducirá la competitividad de los productores locales frente a mercados de otros países, además de provocar un efecto dominó en empleos, costos y exportaciones.
Alejandro Sánchez, director del CCEH, señaló que miles de familias hidalguenses dependen del cultivo y comercialización del jitomate, por lo que este nuevo arancel representa un fuerte golpe a la economía regional.
“El campo mexicano, y en particular el hidalguense, enfrentará mayores dificultades para colocar su producto en el extranjero, lo cual pone en riesgo hasta 100 mil empleos en toda la cadena productiva”, indicó.
Además de los productores, el incremento arancelario afectará a empacadores, transportistas y comercializadores, al elevarse los costos de operación. Esto podría derivar en la cancelación de contratos y una reducción de la producción, advirtieron empresarios.
Por otro lado, en el mercado interno ya se reportan fluctuaciones en el precio del jitomate. Comerciantes locales señalaron que, en los últimos días, el kilogramo bajó de 40 a 29.90 pesos, aunque no descartan nuevos ajustes en las próximas semanas.
Ante este panorama, el sector empresarial hidalguense pidió a las autoridades federales instalar mesas de trabajo para definir mecanismos de apoyo, como estímulos fiscales, financiamientos preferenciales y la apertura de nuevos mercados internacionales.