La Corte Suprema de Corea del Sur resolvió este jueves que la famosa canción infantil “Baby Shark” no constituye plagio, poniendo fin a una disputa legal que se prolongó por más de cuatro años.
El caso enfrentaba al compositor estadounidense Johnny Only (Jonathan Wright) contra la empresa surcoreana SmartStudy, hoy conocida como The Pinkfong Company, creadora del éxito viral que conquistó al mundo.
El origen de la demanda
La controversia comenzó en 2019, cuando Johnny Only presentó una demanda en Seúl, argumentando que la versión de Baby Shark lanzada en 2015 copiaba elementos de su canción publicada en 2011, especialmente la línea de bajo y el ritmo. El músico exigía una compensación de 21 mil 700 dólares, alegando que su obra había sido utilizada sin autorización.
Por su parte, SmartStudy defendió que su versión era una adaptación de una canción tradicional infantil estadounidense de dominio público, lo que permite a cualquiera interpretarla o modificarla sin necesidad de pagar derechos de autor.
El fenómeno mundial
El impacto de Baby Shark ha sido histórico:
- Su video “Baby Shark Dance” es actualmente el más visto en la historia de YouTube, con más de 16 mil millones de reproducciones.
- Para dimensionar el fenómeno, acumula casi el doble de visualizaciones que Despacito de Luis Fonsi.
- También ha superado clásicos infantiles como Wheels on the Bus.
Su éxito radica en una melodía pegajosa, un ritmo repetitivo y una coreografía sencilla que ha conquistado tanto a niños como a adultos alrededor del mundo.
The #Pinkfong company has won a 6-year copyright lawsuit in South Korea over #Baby_Shark, after the Supreme Court dismissed claims by US composer Johnny Only. The court ruled that Baby Shark is based on a traditional camp song and that Baby Shark’s arrangement does not qualify as… pic.twitter.com/4KIdz322gy
— KpopHerald (@Kpop_Herald) August 14, 2025
El fallo definitivo
La Corte Suprema concluyó que no existían pruebas de plagio, ratificando así las sentencias previas de tribunales inferiores emitidas en 2021 y 2023.
En un comunicado, The Pinkfong Company celebró la resolución:
“Este fallo confirma que Baby Shark está basada en una canción tradicional para cantar en grupo que ha pasado a ser de dominio público. Le dimos un nuevo giro con ritmo alegre y melodía pegadiza, convirtiéndola en el ícono de la cultura pop que es hoy”.
Con esta decisión, la canción infantil más famosa del planeta queda libre de toda disputa legal, consolidando su lugar como fenómeno cultural y digital sin precedentes.