RM, líder de BTS, hizo historia al convertirse en el primer artista de K-pop en ofrecer un discurso de apertura en la Cumbre de Directores Ejecutivos de APEC Corea 2025, donde compartió su visión sobre el poder de la cultura como motor de cambio global.

Hablando en inglés ante líderes gubernamentales y empresariales de la región Asia-Pacífico, Kim Nam-joon —nombre real del artista— reflexionó sobre el camino del grupo surcoreano hacia el reconocimiento internacional y llamó a los gobiernos a invertir en la creatividad y las artes como pilares del desarrollo humano y la diplomacia cultural.

BTS empezó a trabajar fuera de Corea hace unos 10 años, y en aquel entonces no imaginábamos lo que vemos hoy”, recordó. El cantante explicó que en sus inicios enfrentaron grandes barreras culturales: “Intentar llegar a los medios internacionales fue un experimento y un desafío. Cuando decíamos que éramos artistas de Corea, nos preguntaban: ‘¿Del Norte o del Sur?’ ‘¿Dónde queda Corea?’”.

Sin embargo, RM destacó que la solidaridad entre BTS y su fandom global, ARMY, fue lo que permitió derribar esas fronteras. “Usaron nuestra música para entablar conversaciones que trascienden idiomas y países. Esa es la fuerza de la solidaridad cultural”.

El líder de BTS comparó el fenómeno del K-pop con el bibimbap, el emblemático platillo coreano que mezcla arroz, verduras y condimentos: “El K-pop es igual; una mezcla de emociones coreanas con influencias globales como el hip-hop o la música electrónica. Cada elemento conserva su sabor, pero juntos crean algo nuevo y encantador”.

Más allá del entretenimiento, RM subrayó que el verdadero poder del K-pop radica en su inclusividad y respeto por la diversidad cultural, lo que lo convierte en una expresión de unión más que en un simple género musical.

“La diversidad y la creatividad representan el mayor potencial humano: una fuerza sin fronteras, sin límites para el crecimiento”, declaró.

En su mensaje final, el artista instó a los líderes de APEC a apoyar a los creadores de todo el mundo:

“Por favor, ayúdenlos. Bríndenles el apoyo financiero necesario para que su creatividad florezca. La cultura y el arte son mensajeros poderosos que transmiten empatía y diversidad.”

Concluyó con una promesa que refleja su compromiso personal:

“Prometo aportar mi granito de arena transmitiendo un mensaje de valentía, esperanza y aceptación de nuestras diferencias para construir juntos un futuro mejor.”