Un espectáculo lleno de música, pasión y fútbol se vivió en la final del Mundial de Clubes de la FIFA en el MetLife Stadium, donde el Chelsea se coronó campeón tras vencer 3-0 al PSG. Pero antes de que rodara el balón, Robbie Williams y Laura Pausini se encargaron de poner el tono emotivo al cantar “Desire”, el himno oficial del torneo.

La interpretación bilingüe (inglés y español) emocionó al público presente, demostrando la gran química entre ambos artistas. La canción busca promover la hermandad y la paz a través del fútbol, y fue escrita por el propio Robbie Williams, en su papel como Embajador Musical de la FIFA.

Laura Pausini, ferviente seguidora del AC Milán, se unió al británico en una presentación que mezcló potencia vocal y mensaje esperanzador, justo antes del pitazo inicial.

Pero la música no terminó ahí: el show de medio tiempo fue una verdadera fiesta global, con J Balvin abriendo con Mi gente, acompañado de un cuerpo de baile que lucía jerseys inspirados en la selección colombiana. Luego llegó Doja Cat con Woman, preparando el escenario para un cierre monumental a cargo de Coldplay, que interpretó A Sky Full of Stars.

Una aparición sorpresiva fue la de Chris Martin, vocalista de la banda británica, quien se perfila como uno de los principales creativos del espectáculo inaugural del Mundial 2026 en el Estadio Azteca.

El evento también tuvo un momento emotivo cuando Emmanuel Kelly, artista australiano con discapacidad, subió al escenario y dijo con entusiasmo: “Estoy muy feliz. Estamos aquí juntos”.

Sin embargo, la presencia del expresidente estadounidense Donald Trump en el estadio generó polémica y fue duramente criticada en redes sociales, al considerar que su imagen iba en contra del mensaje de unidad que se intentó transmitir.

A pesar de las controversias, la noche dejó en claro que el fútbol, la música y el mensaje de inclusión están marcando el rumbo hacia el Mundial 2026.