El poeta y crítico Dionicio Morales falleció a los 81 años en la Ciudad de México. La noticia fue dada a conocer por el escritor José Homero, quien lo describió como “poeta, crítico de arte y literatura, cuya obra merece ser revalorada y reconocida como se debe. Lamentamos profundamente su partida. Recordémoslo siempre con esa imagen que capturó Adriana Ortega”, escribió en sus redes.
Armando González Torres, también escritor, comentó a Milenio que Morales fue un poeta entregado a la celebración de la vida. “Su poesía expresa gratitud por el amor, la naturaleza, la comida y los placeres simples. Ese vitalismo tan suyo resultaba contagioso y dejaba al lector con un sentimiento de bienestar. Publicó más de veinte libros y en todos se percibe una constante gratitud hacia la existencia. Pero además, Dionicio fue un promotor cultural generoso y un personaje inolvidable de las tertulias literarias, donde su humor y calidez siempre estaban presentes.”
Durante la celebración de sus 50 años de trayectoria en 2016, Morales confesó: “De joven no leía poesía ni me interesaba. Comencé a escribir en la Ciudad de México, tarde, cuando ya tenía 20 años”.
En ese mismo evento, José Homero destacó la capacidad del poeta para dotar de significado a los elementos naturales: “En su obra, los frutos contienen deseo; los animales, emociones, augurios y nostalgias que evocan la música. En Dionicio, la naturaleza nos enseña cómo habitar la existencia y encontrar nuestro lugar en el universo.”
Por su parte, la Coordinación Nacional de Literatura del INBAL expresó sus condolencias y recordó a Morales como “poeta, editor y crítico originario de Tabasco, autor de Las estaciones rotas, obra que le valió el Premio de Poesía Carlos Pellicer en 2003. Fue colaborador en medios culturales, promotor incansable de la literatura y formador de nuevas generaciones. Celebramos su legado y acompañamos a su familia y a la comunidad literaria en este momento de duelo.”