Después de cuatro años sin nuevos lanzamientos, Justin Bieber regresó inesperadamente a la escena musical con SWAG, su nuevo álbum de estudio, presentado el pasado 11 de julio. Con una mezcla de pop, R&B, gospel y colaboraciones con artistas como Druski, Gunna y Sexyy Red, el disco marca un giro hacia un sonido más libre y experimental. Bieber aprovechó este proyecto para mostrar una faceta más personal, tras su separación profesional de su antiguo mánager, Scooter Braun.

Desde su estreno, SWAG ha generado opiniones encontradas entre la crítica. Mientras algunos medios, como Pitchfork y The New Yorker, destacan su autenticidad y madurez artística, otros señalan que el álbum carece de cohesión y califican algunas canciones como poco logradas. A pesar de esta división, el disco debutó en el primer lugar de las plataformas de streaming, aunque rápidamente comenzó a bajar posiciones.

Las canciones abordan temas como la fe, la familia, la identidad y la superación personal. Bieber se muestra más abierto y reflexivo, alejándose del enfoque comercial que caracterizó sus producciones anteriores. Incluso su ex mánager, Scooter Braun, reconoció públicamente que este trabajo refleja el lado más auténtico del cantante canadiense.

SWAG confirma que Justin Bieber sigue apostando por la reinvención y la búsqueda de su propia voz artística. Aunque su recepción ha sido polarizada, el álbum ha generado conversación tanto entre críticos como entre sus seguidores, consolidando a Bieber como uno de los artistas pop más influyentes y arriesgados del momento.