China fue el escenario de un torneo de fútbol poro común, robots humanoides, equipados con inteligencia artificial, lograron captar la atención de un público entusiasta.

Las máquinas mostraron capacidad para identificar el balón, ejecutar tácticas y moverse ágilmente gracias a sensores visuales avanzados.

Los partidos se desarrollaron con tal realismo que, en algunos casos, los robots fueron retirados por caídas o fallos técnicos, añadiendo un toque inesperado de drama al espectáculo.

El encuentro celebrado en Pekin fue organizado como preparación para los futuros World Humanoid Robot Games y se calificó como un éxito ya que sorprendió tanto por la destreza de los robots como por la emoción del público, dicen algunos que desplazó en popularidad al futbol masculino tradicional del país, por la cantidad de asistentes.

El torneo fue posible gracias a Booster Robotics, una empresa dirigida por Cheng Hao, que ha apostado por los deportes como el entorno ideal para probar los avances en robótica bípeda.  Incluso mencionó que en el futuro podrían organizar partidos entre robos y humanos, por lo que se preocuparán por garantizar que los robots sean completamente seguros.

China, que ya ha organizado torneos de peleas de robots y maratones con máquinas, sigue consolidándose como líder en el desarrollo de robótica aplicada al deporte.