Veinticinco años después de su formación, los integrantes de Nortec: Bostich + Fussible confirman que su aventura musical nunca fue un juego. Su propuesta, que une los sonidos del regional mexicano con la música electrónica, parecía impensable al principio, pero se consolidó como un proyecto único dentro y fuera de México.

“Explorar nuevas combinaciones de sonidos fue fundamental para nosotros; comenzamos a experimentar y, casi sin darnos cuenta, surgieron ‘Ventilador’ y ‘Polaris’, nuestros primeros temas”, recordó Pepe Mogt (Fussible).

El dúo se dio cuenta del potencial que tenía su estilo y su primera reacción fue clara: querían compartirlo. Así nació “The Tijuana Sessions, Vol. 1” en 2001, su álbum debut, que los llevó a conquistar pistas de baile en diferentes partes del mundo con temas como “Norteña del sur” y “Tijuana Sound Machine”.

Mogt relató que su primer concierto en vivo fue toda una experiencia. “La primera vez que tocamos en Tecate, la gente no sabía si bailar o brincar… y al final todos terminaron saltando. Fue un experimento basado en la identidad, en esa mezcla de música electrónica con la que crecimos y que también nos marcó como tijuanenses influenciados por el techno”, compartió.

El sonido de Nortec se distingue por sus sampleos combinados con instrumentos tradicionales como la tuba o el acordeón, creando una propuesta que le dio personalidad propia a un género hecho en México.

Ahora, tras su paso por la última edición del Vive Latino —cuando el festival celebró sus 25 años— Nortec: Bostich + Fussible prepara su regreso a la Ciudad de México. El próximo 30 de agosto, la agrupación se presentará en el Pepsi Center, donde ofrecerán un recorrido por todas las etapas de su trayectoria.

“Queremos tocar las canciones que mejor nos definen, incluso algunas que hace años no interpretábamos en vivo”, adelantó Fussible.